¿Qué es la osteopatía?


Hay varios tipos de osteopatía.

De entrada hay una osteopatia que sostiene ideas pseudocientíficas y se aproxima, en su concepción de la salud y la enfermedad, a otra técnica con la cual se confunde frecuentemente: la “quiropráctica”. Las dos entrarían dentro del concepto de “medicinas alternativas” en cuanto trabajan con la creencia de que los trastornos de la columna vertebral afectan la salud general a través del sistema nervioso y que su corrección mejora o restaura la salud. Utilizan conceptos filosóficos anticientíficos, como que la mayor parte de las enfermedades humanas son causadas por malformaciones de la columna vertebral que presionan los nervios circundantes y “bloquean el flujo de una energía natural a través del cuerpo”, interfieriendo con la función del organismo y su “inteligencia innata”. Ninguno de estos conceptos ni teorías fundamentales de la quiropráctica está respaldado por pruebas científicas.

Este uso de la osteopatía, que en algunos casos extremos evoluciona hacia el esoterismo más evidente, son los que en el mundo académico se continue considerando, como mínimo, a la osteopatia como una terapeutica “alternativa”, en vez de ser contemplada como una herramienta útil al mismo nivel que se pueden usar las técnicas fisioterapeuticas tradicionales.

Hay otro uso de la osteopatía que encaja perfectamente con criterios más funcionales: es la OSTEOPATIA ESTRUCTURAL.

  • La osteopatía estructural no busca las relaciones entre los diferentes sistemas corporales como hace la “osteopatía visceral” y otras, sino que se centra únicamente en la detección y tratamiento de los bloqueos articulares del cuerpo humano. “Bloqueos” que denominamos “lesiones o disfunciones osteopáticas” y que son fácilmente observables a la exploración física más objetiva.
  • Para tratar estas perturbaciones mecánicas, se utilizan técnicas exclusivamente manuales: ya sean movilizaciones rítmicas, manipulaciones articulares directas (a veces con algún pequeño crujido característico), o bien movilizaciones con técnicas de contracción muscular (técnicas miotensivas). El principio del tratamiento es volver a dar la movilidad correcta allá donde se haya perdido.
  • Al contrario de la opinión que muchas personas puedan tener, las manipulaciones osteopáticas no son brutales, y nunca, en ninguna circunstancia son dolorosas.

Indicaciones

  • La osteopatía trata únicamente los trastornos funcionales. Es decir aquellos que no necesitan cirugía ni son una enfermedad grave en la que los tejidos puedan estar gravemente dañados. Tampoco atiende la patología infecciosa.  Se tratan sobre todo los dolores o perturbaciones referidos al aparato musculo-esquelético así como a sus repercusiones en determinados órganos internos.

Precauciones y efectos secundarios

  • La osteopatía no es una “medicina alternativa” tan solo completa la acción de la medicina.
  • En consecuencia en la intervención osteopática como en toda historia clínica en medicina se debe interrogar al paciente sobre sus antecedentes y el origen de sus trastornos. Solicitando exámenes complementarios, analítica y pruebas de radioimagen.
  • Con estas precauciones, la osteopatía no es peligrosa, pero no puede curarlo todo.

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