Medicina manual
- Una queja muy frecuente en los pacientes que se visitan en una medicina pública muy masificada: “Me dolía el codo, y ni siquiera me lo ha tocado…”
- Es obvio que, la mayor parte de veces, los diagnósticos los hacemos basándonos en la clínica, a través de la exposición que el paciente nos hace de los síntomas que siente y de los signos físicos que observamos, y que podemos prescindir de la exploración física.
- Pero todos sabemos del aspecto “curativo” que tiene el tacto, el contacto del profesional médico que toca, examina y explora al paciente… Probablemente, no haya nada más calmante de entrada para una persona que sufre, que sentir las manos del “sanador” amoldándose a la zona que causa dolor.
Bajo esta premisa, yo siempre he considerado que cualquier intervención que afecte a las emociones y los sentimientos, aparte de un enfoque cognitivo, debe incluir en paralelo un trabajo corporal.
Reeducación postural DFA
Osteopatía