Las enfermedades psicosomáticas clásicas
Hay un grupo de enfermedades consideradas clásicamente como psicosomáticas:
Trastornos cardiovasculares
- Enfermedad coronaria
- Hipertensión
Trastornos respiratorios
- Asma bronquial
- Síndrome de hiperventilación
Trastornos Gastrointestinales
- Ulcera péptica
- Síndrome del colon irritable
- Enfermedad de Crohn
- Colitis ulcerosa
Trastornos endocrinos
- Hipertiroidismo
- Hipotiroidismo
- Diabetes Mellitus
- Hipoglucemia
- Síndrome de Cushing
- Síndrome de Addison
Trastornos cutáneos
- Dermatosis de origen psiquiátrico
- Dermatosis de origen mixto
- Dermatosis cuyo curso puede modificarse por factores psicológicos
Artritis Reumatoide
Cefalea
- Cefaleas vasculares
- Cefalea tensional
- Cefalea psicógena
- Cefalea postraumática
Obesidad
Trastorno por somatización
Trastorno facticio
- Síndrome de Münchausen
- Trastornos facticios distintos del síndrome de Münchausen
En todas estas enfermedades y trastornos, debido al funcionamiento holístico del ser humano, se producen diversos fenómenos que se sintetizan en las siguientes situaciones:
- Hay procesos que son inicialmente orgánicos y pueden repercutir en la esfera psicológica. P.ej. demencias seniles, traumatismos craneoencefálicos, accidentes vasculares cerebrales, enfermedades endocrinas, cáncer, etc. Estas y otras enfermedades pueden influir en la esfera psicológica de una forma negativa, como reacción al hecho de estar en enfermo o porque la misma enfermedad somática afecta al cerebro.
- Los casos en los que la aparición y evolución de la enfermedad somática puede ser “inducida” por lo psíquico. Está demostrado que los estados depresivos y las situaciones de tensión emocional prolongada producen disminución de la resistencia a los agentes patógenos de cualquier naturaleza. La respuesta inmunológica es baja y se pueden presentar los síntomas de enfermedades somáticas correspondientes. También es universalmente conocida la influencia del factor psicológico y ambiental en la evolución de las enfermedades orgánicas, un enfermo somático en un ambiente placentero y en condiciones psicológicas positivas responderá mejor al tratamiento y evolucionará más rápido hacia su curación, y las circunstancias contrarias estimularán el agravamiento y la cronificación.
- Finalmente, los casos en los que la aparición de la alteración orgánica parece tener un “origen claramente psicológico”, como por ejemplo:
- TRASTORNOS SOMATOMORFOS, que consisten en la presentación reiterada de síntomas somáticos acompañados de demandas persistentes de exploraciones clínicas.
- TRASTORNOS DE SOMATIZACIÓN: que son síntomas somáticos múltiples, recurrentes y variables, presentes desde cierto tiempo (2 años) sin una adecuada explicación somática, así mismo presentan una negativa persistente a aceptar explicaciones de médicos diferentes de que no existe una explicación somática; Estos pacientes presentan cierto grado de deterioro de comportamiento social y familiar.
- TRASTORNOS HIPOCONDRÍACOS: Consisten en la creencia persistente de la presencia de al menos una enfermedad psicosomática grave y la negativa a aceptar explicaciones.
- TRASTORNOS DE DOLOR SOMATOMORFO PERSISTENTE: Queja persistente de un dolor intenso y penoso que no puede ser explicado totalmente por un proceso fisiológico o un trastorno somático.
En todo caso, el paciente “psicosomático” es el que presenta algún trastorno cuya evolución, teniendo o no una etiología orgánica definida, se ve fuertemente condicionada o determinada por factores psicológicos en un sentido amplio.